Hoy estamos aquí, en centro de Madrid, para protestar contra un problema que nos afecta a miles de trabajadores: el abuso de la interinidad. Nos encontramos aquí porque estamos cansados de que nuestros derechos sean pisoteados, cansados de que nos traten como trabajadores de segunda, y porque ya es hora de que la administración cumpla con lo que es justo, que cumpla con lo que dice Europa.
Llevamos años luchando contra la temporalidad y la precariedad laboral, años reclamando lo que por derecho nos corresponde: estabilidad en el empleo.
Nos quieren temporales para siempre, pero no lo vamos a permitir.
Nosotros no estamos aquí porque queramos privilegios. Estamos aquí porque llevamos años encadenando contratos, sin seguridad, sin saber si mañana tendremos trabajo. Esta situación no es solo injusta, es ilegal. La normativa europea es clara: el abuso de la temporalidad es una vulneración de nuestros derechos, y el Estado tiene la obligación de ponerle fin.
Pero, ¿qué hace la administración? Nos despide, nos deja en la calle, después de años de servicio. Nos dice que no hay sitio para nosotros, mientras siguen utilizando la temporalidad como su herramienta favorita para ahorrarse el respeto que nos deben.
Hoy estamos aquí porque exigimos:
- La paralización inmediata de los ceses de trabajadores y trabajadoras en situación de abuso de temporalidad.
- La reincorporación de aquellos compañeros y compañeras que ya han sido despedidos en procesos que no cumplen con las normativas europeas.
- Estabilidad laboral para quienes llevan más de tres años trabajando en la administración de forma ininterrumpida o encadenando contratos sucesivos.
Hoy levantamos la voz por nosotros, pero también por quienes no pueden estar aquí. Por quienes han sido cesados, por quienes siguen temiendo que mañana les echen, y por las generaciones futuras que merecen trabajar con dignidad.
Esta lucha no es solo nuestra, es de toda la sociedad. Porque cuando se precarizan nuestros empleos, cuando se nos niegan derechos, no solo perdemos nosotros: pierden los servicios públicos, pierde la ciudadanía, pierde la justicia.
Seguiremos luchando hasta que nuestros derechos sean respetados, hasta que la administración entienda que somos trabajadores, no números, que merecemos estabilidad y que no vamos a aceptar ni un despido más, ni un contrato temporal más, ni una precarización más.
Juntos somos más fuertes, y con nuestra unidad, con nuestra determinación, vamos a ganar esta batalla.