Esta misma mañana aprovechando la visita de la ministra de Trabajo y Economía Social a nuestra comunidad, hemos trasladado la problemática que viven nuestros servicios públicos en Cantabria, donde no se apuesta por los empleados públicos, no se cree en un servicio público de calidad, aquejado de falta de personal y ausencia de carrera profesional.
La externalización y la privatización nos están pasando el rodillo a unos servicios públicos cada vez más distanciados del ciudadano con una función pública absolutamente politizada, donde cada vez prima más la afinidad de partido, amigos, fieles y menos la igualdad, la objetividad y la dignidad.
Además con una altísima tasa de temporalidad ilícita que el Gobierno de Cantabria entre otras administraciones mantiene sin sonrojarse, patrocinando la precariedad y mirando hacia otro lado, mientras ilegalmente, en contra del mandato europeo y del derecho comunitario que obliga a todos los estados miembros, despide y sanciona al trabajador abusado obviando el fraude de ley.