
La Junta de Personal Docente de Cantabria, formada por los sindicatos STEC, ANPE, TU, CCOO, UGT y CSIF, quiere criticar mediante esta rueda de prensa la nefasta gestión que viene realizando la consejera Marina Lombó desde que empezara la alerta sanitaria en el mes de marzo pasado y hasta estos primeros días del comienzo del curso 20/21.
Para esta Junta de Personal, la pandemia ha servido como excusa a la consejera para no contar en absoluto con los representantes del profesorado. Desde el mes de marzo todas las decisiones importantes se han tomado al margen de las organizaciones sindicales y casi siempre en contra de nuestra voluntad. Ni una sola de nuestras propuestas han sido tenidas en cuenta. Especialmente preocupante, dentro de este panorama, es todo lo relativo a la pandemia que debería haberse gestionado con diálogo y participación en la toma de decisiones. La consejera ha hecho justo lo contrario: ha sustituido el diálogo por el “ordeno y mando o la imposición”
El comienzo de este curso ha sido más de lo mismo. La Junta planteó, también sin éxito, que todo el profesorado estuviese nombrado el 1 de septiembre, o, en el peor de los casos, antes del comienzo de la actividad lectiva. En el caso de Secundaria y Formación Profesional el alumnado empezó en los institutos el jueves 10; pero la cobertura de las sustituciones (más de 200) se retrasó sin ninguna justificación, de tal manera que todo este personal interino sustituto no se ha incorporado a los centros hasta el lunes 14 de septiembre, cuando el alumnado ya estaba desde el jueves.
El comienzo de curso también ha estado marcado por un hecho puntual, como ha sido el confinamiento de la localidad de Santoña, cuestión que también se ha gestionado de manera absolutamente impresentable por la administración. La actuación de la consejera Lombó en este asunto, empecinándose en abrir los centros educativos de esta localidad en contra de la opinión del profesorado, equipos directivos, familias, ayuntamiento, etc.; originó un conflicto absurdo e innecesario con toda la comunidad educativa y cuyo resultado ha sido la desobediencia de las familias no enviando a sus hijos e hijas a clase.
Este es el panorama de los primeros días, pero el curso en general se presenta complejo y con varios puntos candentes que reivindicamos y a los que la administración tiene que dar una respuesta:
- La Junta de Personal exige que se cumplan todas las recomendaciones en materia de prevención, higiene y promoción de la salud dictadas por los ministerios de Sanidad y Educación, que, entre otras cosas, establece que la ratio de alumnado en Infantil y Primaria no sobrepase los veinte y en los institutos se respete una distancia interpersonal mínima de 1,5 metros.
- Para cumplir los requisitos de ratio del punto anterior, exigimos que se invierta en la enseñanza pública todo el Fondo Covid que el Gobierno central ha creado a tal efecto y que en el caso de Cantabria supondrá la transferencia de 22,1 millones de euros.
- También exigimos que se garantice que todas las plazas, creadas o que se vayan a crear, con el fondo Covid, funcionaran hasta el final del curso escolar.
- La Junta de Personal quiere, con carácter general, que se mejoren las condiciones de seguridad con las que trabaja el profesorado, que se desarrollen los protocolos ante el posible paso a los escenarios dos y tres, y con carácter particular, exigimos que se proteja de manera especial a aquel profesorado que por su situación o por padecer patologías previas sea especialmente vulnerable a la Covid 19.
- La Junta de Personal demanda información sobre la posible evolución de la pandemia, para que pueda hacer un seguimiento periódico de las incidencias que van teniendo lugar en los centros y, en especial, tener un reporte diario del número de casos positivos en Covid entre el profesorado.
- Exigimos que se modifique el sistema de sustituciones que, en los casos de Infantil y Primaria se efectúan, este año por primera vez, de forma diaria: la Junta cree necesario hacerlo extensivo (la periodicidad diaria) al resto de especialidades de todos los cuerpos docentes y, a la vez, garantizar que el sistema respete los derechos del profesorado interino ampliando (ahora sólo dos horas) el periodo de petición para que ésta se haga con un mínimo de calma.
Esta Junta de Personal entiende que todas estas demandas suponen un cambio muy importante en la política educativa de Cantabria. Y ésta es nuestra principal exigencia: demandamos del presidente regional, Miguel Ángel Revilla, un giro radical en la gestión de la política educativa de esta Comunidad Autónoma, un cambio que tiene que implicar tres cosas:
PRIMERA.- Que cese a la actual consejera de Educación, poniendo al frente de este departamento a una persona con un talante más flexible y dialogante que Marina Lombó.
En este primer punto Trabajadores Unidos no estamos de acuerdo por las razones que podéis encontrar en el siguiente enlace.
SEGUNDA.- Que la Consejería de Sanidad haga honor a sus funciones y se ocupe de la salud de la comunidad educativa. Varias de la medidas establecidas (ratios de 25, desamparo del personal vulnerable…) son insuficientes, tal y como hubiéramos querido trasmitir a Miguel Rodríguez en un encuentro que solicitamos hace más de dos meses
TERCERA.- Que sea el propio presidente el que asuma su responsabilidad de coordinación entre las consejerías de Educación y Sanidad, que hasta ahora parece haber brillado por su ausencia.
La Junta de Personal se acaba de dirigir por escrito a todos los centros educativos públicos de Cantabria para que, mediante un escrito, se posicionen los claustros y se puedan visibilizar sus preocupaciones y demandas. Es el primer paso de una serie de movilizaciones y actos de protesta.